Técnica Para Dominar Los Nervios Al Hablar En Público #4

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[headline_arial_medium_centered color=»#aa0000″]»Prepara Una Introducción Que Te Relaje A Ti Y A Tu Público»[/headline_arial_medium_centered]

La mayoría de los expositores saben que una vez que consigan una reacción favorable del público, se relajarán. Por ello, varios expositores empiezan con buen humor – esto los relaja a ellos y a su público.

Si una introducción humorística es inadecuada para la ocasión o no te sientes cómodo con el humor, compartir una experiencia personal es otra alternativa. Como prefieras, realiza tus primeros movimientos de tal manera que puedas sentirte cómodo durante tu exposición.

[headline_arial_small_centered color=»#000000″]No Le Temas A La Pausa.[/headline_arial_small_centered]

Si escuchas a los oradores con experiencia, es fácil ver las diferencias reales en los pasos que siguen al realizar sus presentaciones que tal vez tu puedas seguir al dar una charla cuando seas solicitado a hablar en público. Pero es un buen ejercicio aprovechar cada oportunidad para escuchar a los diferentes oradores y aprender de ellos. De los oradores que no son eficaces, estudia el por qué no lo son y aprende a corregir esos problemas en tu presentación. De los oradores que son muy buenos, aprende lo que hacen que funciona y copia sus métodos sin vergüenza. Todo se trata de aprender unos de otros.

Una cosa que se nota cuando un orador experimentado mantiene a una audiencia en la palma de su mano es que está totalmente relajado. Esa es una relajación calculada. De hecho la mayoría de los métodos que utiliza como el uso de sus manos, el rango vocal de su voz, hacia donde mira y cómo se mueve son cuidadosamente planeados y son parte de su presentación y del orador de quien se trate. Y todas esas cosas vienen con el tiempo y con la práctica.

Así que si necesitas un par o una docena de veces frente a un grupo antes de poder empezar a sentirte relajado, sé generoso contigo mismo. Hablar en público es el tipo de cosas acerca de las cuales puedes leer todo el día, pero no serás bueno en eso hasta que lo practiques bien.

Una cosa que muy a menudo sobresale de un orador que está a gusto con su estilo es que para la mayoría de nosotros la idea de una pausa es aterradora. Pero nota que los buenos oradores a menudo pausan y permiten un momento de tranquilidad en una presentación. Cuando esa pausa sucede en otro expositor, puedes tener una sensación de miedo, como si te estuviera pasando a ti. Pero no te preocupes. Como te habrás dado cuenta, el orador experto utiliza pausas para crear interés y no tiene miedo de dejar detenida la presentación por un momento de forma deliberada o para comprobar sus notas o hacer algún otro ajuste.

La pausa es en realidad una herramienta de comunicaciones muy poderosa que si aprendes a dominarla, puedes utilizarla para enfatizar puntos, agregar drama o simplemente despertar a un público que puede haber comenzado a dormitar. Esto se debe a que si se habla de corrido, si la presentación es un poco larga, es fácil que la gente se deje llevar por una especie de trance involuntario. La mente puede vagar y esa es la condición para que la gente llegue a quedarse dormida mientras hablas. Ellos siguen el sonido continuo de tu voz y el ritmo melódico en que caes naturalmente cuando hablas en público.

Cuando comienzas a utilizar pausas y cambios en el ritmo de tu presentación, se rompe ese ritmo natural de tu charla. La pausa sacudirá al público de regreso a ti y de repente estarán atentos con esa expresión de «qué me perdí» en sus rostros. Esa es una verdadera herramienta para que ayudes a tu público a mantener la concentración y que puedes utilizar sobre todo cuando te estés acercando a un punto que sea una parte importante de lo que tienes que decir.

La mayoría de nosotros cuando estamos empezando a hablar en público tenemos miedo a la pausa en nuestra presentación de la peor manera. En ese momento cuando no estás hablando y el público te está mirando a ti y no pasa nada puedes sentir que te estás desmoronando. Pero, en realidad, todo lo que estás haciendo es centrar la concentración del grupo en ti y en tu plática. Así que no le temas a la pausa. Si se usa con prudencia y moderación, puede ser una poderosa herramienta de comunicación para ayudarte a cumplir tu objetivo.

Víctor Toscano

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