Muchas personas no saben cómo aprovechar al máximo el poder de su voz al hablar en público. A veces suelen hablar de forma monótona, aburrida y sin expresar realmente lo que están diciendo; otras veces, tienen problemas para darse a entender porque su voz no se escucha; o debido a los nervios, su voz empieza a temblar con cada palabra que pronuncian y no la pueden controlar.
Lo primero que debes de saber es que la voz tiene cuatro características principales: el ritmo, el volumen, el tono, y la articulación. Es necesario que domines estas características para que puedas aprovechar todo el potencial comunicativo de tu voz.
El ritmo puede ser tranquilo y moderado, o acelerado, entusiasta y lleno de pasión, dependiendo de tu propósito. Si quieres persuadirlos para que hagan algo, tendrás que hablar cada vez con más excitación y velocidad para llenarlos de entusiasmo. Para practicar ésto, lee algún texto varias veces con diferentes ritmos y velocidades.
El volumen es el nivel de sonido con el que hablas, y es controlado a través de la cantidad de aire que utilizas. Normalmente sueles disminuir el volumen al hablar de algo más íntimo o reservado y aumentarlo cuando estás enojado o quieres que te oigan. Es importante que tengas esta capacidad de controlar el volumen de tu voz al hablar en público. Practica pronunciando alguna vocal continuamente mientras subes y bajas el volumen, pero sin variar el tono.
El tono puede variar entre grave y agudo (de abajo hacia arriba y de arriba hacia abajo), y algunas personas suelen tener una voz más grave o más aguda. Es conveniente que tengas la capacidad de poder variar el tono de tu voz mientra hablas, dependiendo de tu intención y del estado de ánimo que quieras producir.
Los tonos graves se generan (vibran) en el pecho, mientras que los tonos agudos se generan en la cabeza. Si tienes problemas para controlar el temblor de tu voz, te recomiendo que utilices una voz más grave haciéndola vibrar en el pecho, para que deje de temblar.
Para controlar mejor tu tono, practica ejercicios de escalas musicales como lo hacen los cantantes. Comienza emitiendo un tono grave hasta que progresivamente llegues a emitir tonos más agudos. Puedes colocar una mano en el pecho y la otra en la frente para que veas como las vibraciones graves ocurren en el pecho mientras que las agudas se generan en la cabeza.
Si las personas te dicen constantemente que no pueden escucharte, necesitas una mejor articulación de tu voz. Para que los demás te entiendan no es necesario subir el volumen, lo importante es tener una buena pronunciación mediante la articulación. Así lograrás que te entiendan en todo momento, aún si sólo estás susurrando.
Para mejorar la articulación de tu voz te recomiendo que practiques diciendo trabalenguas en voz alta lo más rápido posible, o que pronuncies diferentes sílabas difíciles como: gra, sbra, sdra, spla, sma, etc.
Siempre es necesario realizar una correcta respiración para mantener el control sobre la voz. Una buena respiración es la abdominal, asegúrate de que tu abdomen se mueva mientras respiras. Nuestros pulmones suelen tener mayor capacidad de la que utilizamos. Practica realizando respiraciones profundas mientras pones una mano en tu abdomen y otra en tu pecho, siente como primero se llena de aire la parte abdominal y después el pecho.
>> Haz Click Aquí Para Aprender Cómo Hablar en PúblicoPor último olvídate de la monotonía para que ya nadie se duerma mientras hablas. Si hiciste los ejercicios anteriores, tendrás la capacidad de variar el ritmo, el volumen y el tono de tu voz para hacer énfasis, hablar tranquilamente o con gran pasión y entusiasmo para conmover a tus oyentes.