Déjame contarte un poco más sobre la historia de nuestro amigo «Jorge».
Un domingo por la tarde cuando Jorge era un niño de apenas 9 años de edad, estaba reunido con su familia para comer juntos. Tal como lo hacían cada domingo. Pero ese parecía ser un día muy especial, algo diferente a lo que ocurría cada semana en la casa de su abuela.
Esta vez, el tío Pepe había llevado su guitarra. A Jorge le llamó mucho la atención lo bonita que era aquella guitarra. Pero más aún, el maravilloso sonido que salía de ella cuando su tío la tocaba.
Jorge ya había visto muchas veces a otros músicos tocar sus instrumentos, pero nunca había puesto tanta atención. Ese día, quedó impresionado por el gran talento de Pepe. Como me gustaría poder tocar así la guitarra – pensó Jorge – pero creo que nunca podría aprender a tocar tan bien como mi tío. Es más, nunca en mi vida he tenido un instrumento musical entre mis manos, así que mejor me olvido del tema. Se conformó con disfrutar las canciones de su tío Pepe, que les compartía cada domingo en las reuniones familiares.
Un día, sus padres, al ver su gran interés y emoción, decidieron inscribirlo a un curso de guitarra. Ese curso fue el inicio para poder desarrollar todo su talento escondido. A la edad de 15 años, Jorge podía tocar la guitarra incluso mejor que su tío, aunque era muy modesto, claro. Sin embargo, nunca se puso a reflexionar sobre la suerte que tuvo cuando sus padres lo inscribieron en el curso, aún sin pedirlo. Él nunca hubiera pensado que era capaz de aprender y no se hubiera inscrito a ningún curso. Pero gracias a ese curso lo logró.
Lo que le pasó a Jorge, le sucede a mucha gente hoy en día. Piensan que cuando una persona habla bien en público o demuestra cualquier otro talento, es porque ya nació con él. No se dan cuenta de que es algo que ellos aprendieron con su esfuerzo. Así como Jorge desarrolló su talento musical, cualquier persona puede tomar cursos para hablar en público y desarrollar su talento como oradores.
Hablar en público es algo que cualquiera puede aprender, y no algo con lo que ya se nazca. «Los buenos oradores no nacen, se hacen». Si a todos los niños los inscribieran en cursos para hablar en público, todos aprenderían a dominar esta habilidad en cierta medida.
Si estás interesado en tomar un Curso para Hablar en Público, yo te aconsejo que lo hagas. Hay muy buenas opciones en todas partes. Busca en tu localidad o por Internet.
También puedes buscar a algún familiar o amigo que te pueda enseñar. Un mimo sería el maestro ideal, si quieres aprender el lenguaje corporal. Existen también muchos libros muy buenos que te pueden ayudar bastante, búscalos en la librería más cercana.
Yo te estoy ofreciendo una muy buena opción para que aprendas desde tu casa o desde donde quieras. Se trata de un Audio-Libro que te enseñará a hablar en público como un profesional y a dominar el miedo:
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